jueves, 14 de mayo de 2015

UNA MIRADA EN EXTINCIÓN

El venado originalmente fue identificado en el continente Europeo, quienes más tarde lo introdujeron en otras zonas como Nueva Zelanda, entre otros lugares del continente.

Como ya conocemos, esta es una especie en peligro de extinción, tanto en la región, como en el resto del territorio de la República. Pero mencionamos esta frase tranquilamente como si nada hubiese sucedido o está sucediendo. No nos hacemos la pregunta del porqué de éste fenómeno?, porque otras, además de esta especie, están desapareciendo?.

Analizo éste, entre muchos casos, y concluyo, que es el hombre quién se está destruyendo asimismo, demoliendo hogares, refugios y habitad, donde crecen y se reproducen vidas de todo tipo, silvestre, acuático, etc.

Según estudios, aproximadamente 1.5 millones de vehículos están involucrados en accidentes con venados cada año, en todo el mundo, arrojando un resultado de 150 muertes cada 365 días. Esto significa que la concepción que tenemos del campesino cazador, de ser culpable total de la extinción de muchas especies, por la simple razón de estar más relacionado su hogar con sus habitad, es en parte injusta la acusación.

En términos generales,  todos somos culpables de los desastres que sucedan en nuestro entorno natural, desaparición de especies, destrucción de la flora, escases de agua, entre muchos otros fenómenos más  de los cuales nos vemos notablemente afectado y al mismo tiempo somos partícipes de los mismos.  Muchos nos lavamos las manos y nos hacemos la idea de que nada ha pasado, pero no podemos ocultar el sol con un solo dedo. 

El venado, un tesoro desaparecido, nunca recuperado.

Los venados generalmente ocupan un área de 30 kilómetros cuadrados, donde se moverán de un lado a otro libremente, con espacio suficiente de comida, agua y dormitorio.

¿Cuánto lugar le has dado a estas vidas silvestre?, apuesto lo contrario, le has quitado no la mitad, más aun, casi toda su área que le corresponde, para tus intereses personales.

El nivel de vida promedio del venado  en estado silvestre o salvaje es de 20 años, pese a esto a veces mueren sin haber nacido. Un cazador, un viajero  en su camioneta, no son lo suficientemente capaces de identificar una hembra preñada.

El hombre se deshace de las vidas, para brindar a sus progenitores las historias.